Gustavo Pabón comenzó lavando platos en Canadá y hoy es uno de los mejores vendedores de carros en ese país.
Por Germán Posada
Corresponsal en Canadá
Sobresalir en el mundo de las ventas no es fácil, pero hay quienes se destacan a tal extremo que se convierten en los mejores de su gremio. Tal es el caso de Gustavo Pabón, un bogotano que triunfa en el negocio de la venta de automóviles en Canadá.
Pabón nació en Fusagasugá, un municipio a 64 kilómetros de Bogotá, conocido también como ‘El Jardín de Colombia’. Desde muy joven trabajó en restaurantes como ‘Los tres Alegres Compadres’, ‘El Colombia’, ‘El Merendero’ y ‘El Campestre’.
En ese entonces comenzó a pensar en salir de Colombia. “Yo quería aventurar y buscar un nuevo mundo, no se por qué razón, pero tenía esto dentro de mi. Además en Colombia leí un artículo sobre un compatriota que se destacaba en los Estados Unidos y esto me inspiró a salir, a conocer”, recuerda.
Pabón eligió Montreal porque en Bogotá vio una fotografía del metro de esta ciudad que lo impactó enormemente. Así emprendió su viaje. Llegó el 16 de enero de 1979, en pleno invierno. Tenía 21 años.
El inicio no fue fácil. “Había llegado solo y tenía el recuerdo de mis padres y hermanos que quedaron en Colombia”, cuenta. “Comencé en un restaurante como lavaplatos, luego estacioné carros en un hotel, trabajé como conductor de autobús y fui taxista también”.
Pabón explica que lo más duro de todo este proceso de adaptación fue aprender inglés y francés, los idiomas que todo habitante de Canadá debe saber. “Poder comunicarse es vital. De lo contrario no es fácil conseguirse un trabajo que valga la pena o integrarse al nuevo sistema de vida”, dice para explicar las razones de su esfuerzo para adaptarse.
Su camino hacia las ventas
En 1984 decidió cambiar de oficio y dedicarse a las ventas de carros, pues esto le permitiría, según él, estar más cerca de su familia, que para ese entonces ya estaba conformada por su esposa de origen judío nacionalizada canadiense y sus tres hijas.
La Ford fue la primera compañía para la cual trabajo, en un concesionario llamado ‘Salón Ford’. Allí le fue muy bien. Parte de su estrategia fue enfocar su trabajo hacia el mercado latino y obtuvo excelentes resultados. Así comenzó su ascendente carrera.
Luego se fue al concesionario Honda Excel, donde trabaja desde hace 23 años. Allí fue vendedor durante 17 meses y luego comenzó a escalar posiciones como asistente de gerencia, gerente y actualmente gerente general de ventas. Tiene a su cargo 26 empleados.
Toda esta experiencia en ventas la adquirió empíricamente. Su profesión lo apasiona, todos los días lee libros sobre el tema y siempre está aprendiendo algo para mejorar. “Uno debe sobresalir en el trabajo que haga, si recoge basura, ser el que mejor recoja la basura; si lava platos, ser el mejor lavaplatos. Hay que aportarle a la Compañía lo más que se pueda. Sobre todo hay que educarse”, dice.
Todo esto le permite ser hoy un vendedor estrella en Montreal. Ha recibido importantes distinciones dentro de su carrera. En cinco oportunidades ha estado dentro de los diez mejores gerentes de Honda en todo Canadá. En 1985, además, fue elegido vendedor élite en la Ford. Pabón ha sido el único latinoamericano en recibir estos reconocimientos en Canadá.
Actualmente es el encargado de entrenar a los vendedores en tres concesionarios de Honda en Montreal y dentro de sus expectativas está dirigir a los vendedores de un cuarto concesionario.
Dentro de sus planes también está realizar giras por Latinoamérica para dar cursos de motivación y sicología de ventas basadas en su experiencia de treinta años. También está pensando en invertir en finca raíz en Cartagena, porque cuando se retire quiere vivir parte de su vida en la tierra que lo vio nacer.
Aunque nunca se ha sentido lejos de su país. Por cuenta de su trabajo en Montreal ha estado en contacto con los compatriotas que llegan en busca de consejos para la compra de un carro.
Para Gustavo Pabón, una de las cosas más importantes que le dejó Colombia fue su personalidad. “Nosotros tenemos ese ‘warm’ -ese calor- que identifica nuestra cultura latina”, dice a manera de conclusión, como revelando su mejor secreto de éxito, que complementa con pocas palabras: el trato caluroso y la amabilidad con la clientela. Definitivamente Gustavo Pabón alarga la lista de colombianos que salieron del país en busca de oportunidades y muestran la buena cara de Colombia.
Corresponsal en Canadá
Sobresalir en el mundo de las ventas no es fácil, pero hay quienes se destacan a tal extremo que se convierten en los mejores de su gremio. Tal es el caso de Gustavo Pabón, un bogotano que triunfa en el negocio de la venta de automóviles en Canadá.
Pabón nació en Fusagasugá, un municipio a 64 kilómetros de Bogotá, conocido también como ‘El Jardín de Colombia’. Desde muy joven trabajó en restaurantes como ‘Los tres Alegres Compadres’, ‘El Colombia’, ‘El Merendero’ y ‘El Campestre’.
En ese entonces comenzó a pensar en salir de Colombia. “Yo quería aventurar y buscar un nuevo mundo, no se por qué razón, pero tenía esto dentro de mi. Además en Colombia leí un artículo sobre un compatriota que se destacaba en los Estados Unidos y esto me inspiró a salir, a conocer”, recuerda.
Pabón eligió Montreal porque en Bogotá vio una fotografía del metro de esta ciudad que lo impactó enormemente. Así emprendió su viaje. Llegó el 16 de enero de 1979, en pleno invierno. Tenía 21 años.
El inicio no fue fácil. “Había llegado solo y tenía el recuerdo de mis padres y hermanos que quedaron en Colombia”, cuenta. “Comencé en un restaurante como lavaplatos, luego estacioné carros en un hotel, trabajé como conductor de autobús y fui taxista también”.
Pabón explica que lo más duro de todo este proceso de adaptación fue aprender inglés y francés, los idiomas que todo habitante de Canadá debe saber. “Poder comunicarse es vital. De lo contrario no es fácil conseguirse un trabajo que valga la pena o integrarse al nuevo sistema de vida”, dice para explicar las razones de su esfuerzo para adaptarse.
Su camino hacia las ventas
En 1984 decidió cambiar de oficio y dedicarse a las ventas de carros, pues esto le permitiría, según él, estar más cerca de su familia, que para ese entonces ya estaba conformada por su esposa de origen judío nacionalizada canadiense y sus tres hijas.
La Ford fue la primera compañía para la cual trabajo, en un concesionario llamado ‘Salón Ford’. Allí le fue muy bien. Parte de su estrategia fue enfocar su trabajo hacia el mercado latino y obtuvo excelentes resultados. Así comenzó su ascendente carrera.
Luego se fue al concesionario Honda Excel, donde trabaja desde hace 23 años. Allí fue vendedor durante 17 meses y luego comenzó a escalar posiciones como asistente de gerencia, gerente y actualmente gerente general de ventas. Tiene a su cargo 26 empleados.
Toda esta experiencia en ventas la adquirió empíricamente. Su profesión lo apasiona, todos los días lee libros sobre el tema y siempre está aprendiendo algo para mejorar. “Uno debe sobresalir en el trabajo que haga, si recoge basura, ser el que mejor recoja la basura; si lava platos, ser el mejor lavaplatos. Hay que aportarle a la Compañía lo más que se pueda. Sobre todo hay que educarse”, dice.
Todo esto le permite ser hoy un vendedor estrella en Montreal. Ha recibido importantes distinciones dentro de su carrera. En cinco oportunidades ha estado dentro de los diez mejores gerentes de Honda en todo Canadá. En 1985, además, fue elegido vendedor élite en la Ford. Pabón ha sido el único latinoamericano en recibir estos reconocimientos en Canadá.
Actualmente es el encargado de entrenar a los vendedores en tres concesionarios de Honda en Montreal y dentro de sus expectativas está dirigir a los vendedores de un cuarto concesionario.
Dentro de sus planes también está realizar giras por Latinoamérica para dar cursos de motivación y sicología de ventas basadas en su experiencia de treinta años. También está pensando en invertir en finca raíz en Cartagena, porque cuando se retire quiere vivir parte de su vida en la tierra que lo vio nacer.
Aunque nunca se ha sentido lejos de su país. Por cuenta de su trabajo en Montreal ha estado en contacto con los compatriotas que llegan en busca de consejos para la compra de un carro.
Para Gustavo Pabón, una de las cosas más importantes que le dejó Colombia fue su personalidad. “Nosotros tenemos ese ‘warm’ -ese calor- que identifica nuestra cultura latina”, dice a manera de conclusión, como revelando su mejor secreto de éxito, que complementa con pocas palabras: el trato caluroso y la amabilidad con la clientela. Definitivamente Gustavo Pabón alarga la lista de colombianos que salieron del país en busca de oportunidades y muestran la buena cara de Colombia.
Tomado de www.conexioncolombia.com
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