Los datos conocidos durante el último periodo del año 2008 indican una serie de despidos injustificados que afectan a los trabajadores temporales extranjeros que llegan a Canadá. La primera situación se registró en el marco de la conmemoración del día internacional de los derechos humanos, cuando alrededor de 70 trabajadores, en su mayoría hispanos, fueron despedidos sin ninguna causa y prácticamente deportados a sus países de origen, según los denunciaron organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El despido de los trabajadores coincidió con la aprobación de una ley que ahora permite la sindicalización de los trabajadores que laboran en el área de la agricultura. Hasta noviembre del 2008 era ilegal para los trabajadores agrícolas poder sindicalizarse y protegerse a partir de negociaciones colectivas. Sin embargo, la nueva ley aprobada a finales de noviembre permite a este sector formar sindicatos.
En esa ocasión los trabajadores despedidos, junto a organizaciones defensoras de los derechos de los trabajadores y a académicos ofrecieron una conferencia de prensa donde detallaron que la mayoría de los afectados son trabajadores agrícolas mexicanos y jamaicanos que trabajaban en una granja en las afueras de Guelph y que fueron despedidos sin previo aviso el 6 de diciembre por la empresa Rol-Land Farms. Según se conoció, esta es una compañía privada del sector agroindustrial con una cifra de negocios de 50 millones de dólares anuales que opera varias granjas de champiñones en Canadá.
Días después se registró otro episodio similar en la misma granja, pero en esa oportunidad las afectadas fueron alrededor de 60 mujeres originarias de Guatemala, quienes fueron despedidas sin ninguna justificación. Trabajadores agrícolas sindicalizados se unieron para apoyar a los trabajadores y trabajadoras que prácticamente se encuentran abandonados, sin empleo y sin tener un lugar donde vivir. Durante una visita, el Sindicato de Trabajadores Comerciales y de Alimentos de Canadá entregó productos de la canasta básica a fin de que los afectados pudieran mantenerse mientras buscan solución al serio problema que enfrentan.
Durante esta visita las guatemaltecas expresaron su sorpresa por las medidas adoptadas por la empresa. Ellas afirman que regresan tristes porque además de haber perdido la oportunidad de pasar la navidad junto a su familia llegaran con las manos vacías. A esto se suma las enormes deudas que adquirieron para poder pagar las visas, exámenes médicos, solicitudes y otros gastos en los que tuvieron que incurrir para poder aplicar al programa de trabajador temporal.
El grupo de trabajadoras, al igual que los mexicanos y jamaiquinos, fueron desalojadas forzosamente de las viviendas por las cuales pagaban una cuota mensual a la compañía que las contrató. Esta nueva acción ha traído descontento y tristeza a las trabajadoras que buscando una mejor situación económica para sus familias, chocaron contra un muro de indiferencia e injusticia.
Los dos grupos despedidos, que vinieron a Canadá bajo el Programa de Trabajadores Temporales Extranjeros, mas conocido comoTemporary Foreign Worker Program, han trabajado para Rol-Land Farms durante períodos que van de cuatro a ocho meses. Según los términos del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales Extranjeros, los trabajadores obtienen visas de trabajo durante dos años.
Solo en los últimos dos años el número de trabajadores inmigrantes temporales se incrementó en un 19 por ciento. Según los datos oficiales, Ottawa trajo más de 100 mil trabajadores en el último año. La cifra ha ido subiendo aceleradamente en los diferentes sectores económicos, la mayoría de la mano de obra es procedente de México, Jamaica, Filipinas y otros países de América Latina.
La empresa Rol-Land Farms suele contratar trabajadores inmigrantes bajo el programa de trabajadores temporales por periodos que van de 4 a 8 meses. Este programa permite a los aplicantes obtener visas de trabajo por 2 años.
Después de la segunda ola de despidos, los contratantes adjudicaron las medidas a serios problemas económicos, sin embargo la empresa tiene antecedentes de haber despedido anteriormente a trabajadores acusados de haber intentado formar sindicatos. En declaraciones anteriores, la organización canadiense “Justica para los trabajadores migrantes” declaró que esta situación deja al descubierto cómo el programa de trabajadores temporales extranjeros queda a merced de los empleadores.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos afirman que este no es un evento aislado. El sindicato conocido como The Union Federation in Labour-Hungry de Alberta ha reportado una serie de incidentes de abuso a trabajadores que van desde descuentos exorbitantes de su salario hasta deficientes condiciones en la vivienda que la empresa les proporciona y por la cual el trabajador temporal debe pagar cierta cantidad de su mismo salario.
Para los sindicatos, esta situación a es una advertencia de que el gobierno federal necesita seriamente reevaluar el programa de trabajadores temporales. En este sentido, los sindicatos y asociaciones de inmigrantes pidieron al Gobierno Federal proteger mejor a los trabajadores temporales extranjeros en Canadá.
La Asociación de Inmigrantes afirma que algunos patrones están utilizando la aparente recesión del país junto a la recesión mundial como un pretexto para despedir a sus empleados temporales extranjeros. La asociación pidió al gobierno que regule las agencias que traen a los trabajadores al país, que examine su lugar de trabajo y regularice su situación.
Este nuevo capítulo en la historia laboral canadiense pone en tela de juicio el respeto a los derechos laborales de los trabajadores migrantes en las grandes empresas que anualmente traen a miles trabajadores extranjeros bajo programas gubernamentales que permiten a trabajadores de Latinoamérica y el mundo venir a trabajar a Canadá durante cierto periodo con permisos especiales.
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