Tuesday, May 19, 2009

Una hispana influyente en Canadá


Marta Niño es otra colombiana que hace historia en Canadá. Comenzó repartiendo periódicos y hoy es miembro de un importante bufete de abogados y directora de su propia revista. 

Germán Posada 
Corresponsal en Canadá

Mayo 6 de 2009

Hace ocho años Marta Niño dejó las comodidades de su ciudad Villavicencio (Meta) para escapar de la violencia. Hoy triunfa en Canadá. 

En Colombia Niño trabajó en la Dirección de Impuestos en Aduanas Nacionales, publicó el libro ‘Estatutos Tributarios y Legislación Complementaria’ y tuvo su  propia empresa de Seminarios y Conferencias sobre temas tributarios. Salió del país en enero de 2001 por problemas de seguridad. 

No pudo escoger un peor momento para llegar a Toronto (Canadá). Los meses de enero suelen ser los más fríos del año. Además, ni ella ni su hija de siete años sabían inglés, y tampoco tenían a algún conocido en esa ciudad. “Fue un inicio muy difícil. Estábamos desorientadas”, recuerda. 

A esto se le suma la dificultad para encontrar trabajo. “Cuando presentaba mi hoja de vida siempre me decían que estaba sobrecalificada, y que como abogada no tenia muchas opciones por lo que sería muy difícil conseguir trabajo en este país”, dice. “Por mucho tiempo deambulé sin norte, sin saber qué hacer. Pero me resistí a aceptar que no podía seguir con mi carrera profesional”.

La realidad fue más dura que ese deseo de mantenerse firme. “Tuve que trabajar para subsistir. Mi primer trabajo fue como repartidora de periódicos. Me levantaba todos los días a las dos de la mañana y me llevaba a mi hija por que no podía dejarla sola en el apartamento. Terminaba a las seis de la mañana. Luego nos organizábamos a las carreras para irnos a estudiar inglés. También limpié oficinas”. 

Cuando mejoró su inglés las cosas fueron más fáciles. Trabajó en la Compañía Costco, en la sección de importación de flores, que por cierto provenían de Colombia, y entró en un programa de orientación profesional.

Fue allí cuando decidió convertir su debilidad en fortaleza. “El inglés siempre ha sido una gran debilidad y no encontraba manera de competir con las personas anglófonas. Por eso busqué oficinas de abogados de inmigración que no prestaran el servicio en español para decirles que estaban perdiendo la oportunidad de tener muchísimos clientes hispanos que buscaban el mismo servicio”, explica.
De las tres oficinas que le abrieron las puertas con este argumento optó por Rochon Genova, en la que trabaja desde 2005.

Paralelamente Niño comenzó a asesorar a los inmigrantes que necesitaban algún tipo de apoyo legal. También creó la revista Abanico, hoy una de las más importantes dentro de la población hispana en Toronto. “Nuestra vida cambió y empezó en mí un inmenso deseo de escribir una revista con el fin de orientar, informar y motivar a las personas. Fue así en febrero de 2007 nació Abanico”, cuenta Niño.

La distribución de la revista es gratis y se centra en las zonas de influencia hispana, principalmente en la provincia de Ontario. Ya ha comenzado a conocerse en las provincias de Quebec y Alberta.

“Nuestro objetivo es ser muy profesionales en todo lo que hacemos y considero que hemos marcado una pauta en los demás medios impresos de información hispana a donde llega nuestra revista. Trabajamos un año creando su visión, su misión, sus objetivos, su filosofía. Queríamos que fuera muy clara y muy objetiva”, recuerda. 

En la Revista trabajan alrededor de diez periodistas, todos son ‘free-lance’ y hay colaboradores que escriben desde Chile, Colombia, Venezuela y Argentina. “Creo que tiene algo mágico porque las personas al conocerla la leen, se enamoran y se apasionan con ella”, afirma su creadora. 

En su revista, Colombia tiene un “toque especial”, dice Niño. “Como directora de Abanico me he preocupado por resaltar nuestras riquezas como las esmeraldas, nuestras aves, destacamos el aroma y la calidad de nuestro café, nuestras flores y su gran variedad, la plata de Mompox. Así mismo hemos destacado nuestra tradiciones navideñas y lugares exóticos como Cartagena, el Hoyo Soplador de San Andres, el Salto del Tequendama, la Catedral de sal en Zipaquira y el Santuario de las Lajas, entre otros”. 

Todo, porque entiende que tiene una misión. “Los medios hispanos tenemos un gran reto y compromiso con la comunidad, tenemos que ser los voceros de nuestras tradiciones, de nuestras costumbres, de incentivar el amor por nuestra patria y nuestro idioma, además de informar, orientar y motivar a toda esta comunidad hispana en Canadá”.

Por su misión, entrega y éxito, Niño fue escogida en el grupo de los 25 inmigrantes más reconocidos de Canadá. El mismo reconocimiento que recibió el colombianoMario Guilombo.  

Y como si todo esto no fuera suficiente, también pertenece a la Asociación de Profesionales Colombo Canadienses. 

La vida que hoy tiene esta colombiana ha sido lograda a punta de esfuerzo y tenacidad. Ella misma lo explica con una frase de Napoleón Bonaparte que aprendió desde niña y que aplica cada vez que puede: “la corona yace sobre el arroyo, solamente hay que inclinarse y recogerla”. 

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